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Un proceso participativo es una secuencia de actividades participativas (p.e. primero rellenar una encuesta, luego realizar propuestas, debatirlas en encuentros presenciales o virtuales, y finalmente priorizarlas) con el objetivo de definir y tomar una decisión sobre un tema específico.
Ejemplos de procesos participativos son: un proceso de elección de los miembros de un comité (donde primero se presentan unas candidaturas, luego se debate y finalmente se elige una candidatura), presupuestos participativos (donde se realizan propuestas, se valoran económicamente y se vota con el dinero disponible), un proceso de planificación estratégica, la redacción colaborativa de un reglamento o norma, el diseño de un espacio urbano o la producción de un plan de políticas públicas.
Exposición pública del Reglamento del Consejo niños/as y adolescentes de Sant Esteve Sesrovires
Reglamento de niños/as y adolescentes Sant Esteve Sesrovires
Acerca de este proceso
El Ayuntamiento de Sant Esteve Sesrovires, en el marco de su compromiso con la promoción de los derechos de los niños, la educación en valores democráticos y la Participación Ciudadana, manifiesta su voluntad firme de dotarse de un Reglamento propio que regule el funcionamiento del Consejo de los Niños/as y Adolescentes, como órgano estable de participación infantil y adolescente en el municipio.
Este reglamento nace de la convicción de que los niños/as deben ser considerados agentes activos de la vida colectiva, con capacidad para expresar opiniones, hacer propuestas y contribuir a la construcción de una comunidad más inclusiva, equitativa y cohesionada. Lejos de limitar el papel de los niños/as a la condición de destinatarios de políticas públicas, este Ayuntamiento entiende que es imprescindible escuchar y tener en cuenta su mirada para avanzar hacia un municipio mejor para todos/as.
Desde el Ayuntamiento de Sant Esteve Sesrovires consideramos que la participación infantil y adolescente no sólo es un derecho reconocido legalmente, sino también una oportunidad para fortalecer la comunidad, para generar responsabilidad colectiva y para sembrar una ciudadanía comprometida, empática y crítica. La voz de los niños/as y adolescentes aporta frescura, creatividad y una sensibilidad especial que puede enriquecer notablemente el debate público y la toma de decisiones.
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